El abuso sexual infantil (A.S.I.) es todo comportamiento sexual que un adulto pueda tener con un niño, con contacto físico o sin él, con el objetivo de obtener placer sexual.
Puede ser cometido por hombres o mujeres, en edad adulta, en adolescencia o incluso por niños.
Se vuelve al niño que es víctima un objeto sexual con el cual se mantiene una relación de desigualdad por edad, madurez o poder.
El agresor puede manipular al menor a través de provocarle miedo, culpa o vergüeza, puede manipularlo de una manera agresiva (amenazas, intimidación) o de una manera pasiva (chantaje).
Se dice que hay dos tipos de abuso: el abuso con violencia y el abuso con afecto y nunca, bajo nunca circunstancia, es posible decir que la relación se ha dado de una manera consensuada.
En la intención está la diferencia y la intención del abuso es obtener placer sexual.
¿Qué puede ser abuso sexual infantil?
Los tocamientos o frotamientos con un menor
La manipulación o caricias en el cuerpo de un niño
El coito anal o vaginal
Los besos de lengua o besos inapropiados
La exhibición de los genitales frente a un niño o niña
Espiar la intimidad de un menor
Inducir a un niño o una niña a que se masturbe o desnude
Masturbarse delante de un niño
Mostrar material pornográfico
La penetración con los dedos o con un objeto
Hacer comentarios obscenos frente a un niño o una niña
Inducir a un menor a tocar a una persona
Fotografiar o videograbar a un niño desnudo o con ropa, con intención de generar pornografía infantil (aunque sea para uso personal)
Prostituir a un menor
